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viernes, 23 de octubre de 2015

Cuestión de educación

Hace dieciséis años que me dedico al mundo de la docencia.
La educación siempre me ha atraído. Siempre he pensado que la formación académica es relativamente importante, pero la verdadera educación necesita de mucho más.

Para los que no me conocéis me dedico a la Educación Física. Siempre he tenido relación con el mundo del deporte, he saboreado aspectos que me engancharon tanto como para querer  transmitir a los demás la importancia de cuidarse, de sentirse bien con uno mismo, trabajar en equipo, esforzarse, alcanzar el éxito y por supuesto superar el fracaso.

Mis hijos practican muchos deportes, no todos de forma competitiva, pero intentamos que conozcan todos estos valores de los que antes os hablaba por medio de la actividad física y el deporte. Creo que hay cosas que no vienen en los libros que hay que aprender por medio de las emociones, sintiéndolas, y el deporte es una forma inmejorable de hacerlo.

Pero qué pasa cuando eso lo convertimos en "tema de mayores", qué pasa cuando nos olvidamos que el deporte educa y sólo buscamos ganar o plasmar, quién sabe, nuestras frustraciones, en lo que los niños están haciendo…

Mi hijo Juan juega al fútbol, él lo eligió así, le encanta desde pequeño y tiene un claro referente en su padre que se dedica a ello. Es un deporte con muchas cosas buenas, pero cada vez está más viciado por todo lo "malo" que tiene a su alrededor, fama, dinero, poca formación, competitividad mal entendida… Si a eso le sumamos que los padres no entienden que la probabilidad de que un niño se convierta en Messi es casi imposible, tenemos un coctel que hace que uno alucine en partidos como el vivido la semana pasada en el campo en el que jugaba mi hijo.

El domingo pude ver a niños de doce años insultando al contrario, al árbitro, a una madre de la grada e incluso hacerlo entre ellos. Todo porque supuestamente eran mejores que el contrario y estaban perdiendo un partido que debían ganar…  Ganar!!!! Y qué se juegan?! 

No contentos con eso, los padres desde la banda les incitaban haciendo de menos el juego del rival, diciendo que no se preocupasen que estaban perdiendo por el árbitro, que ya irían a su campo… y lo peor, permitiendo las faltas de respeto que sus hijos estaban cometiendo.

Y digo yo,
no estaría bien que dejásemos de dar lecciones sobre lo que los docentes y las escuelas deben hacer en las aulas y nos centrásemos un poquito más en lo que mostramos con nuestro comportamiento a los niños?… 

Perder es parte de la vida y si podemos aprender a no frustramos, a mejorar y a levantarnos en cosas tan enriquecedoras como el deporte, no creéis que estaríamos más preparados para afrontar momentos difíciles en los que pierdes algo verdaderamente importante?

Creo que no todo tiene que salir a la primera, que debemos caernos para aprender a levantarnos, frustrarnos, pelear, esforzarnos aunque no siempre obtengamos lo que esperábamos y por supuesto respetar

Si lográsemos esto habríamos dado un paso de gigante en un sistema en el que la impaciencia, la vagancia y la mala educación, convierten en frikis a los que intentan no hacerles a los demás lo que no les gustaría que les hicieran a ellos.

Me despido con una foto que compartía Nuria Pérez esta semana y que sirve para ilustrar lo que intento transmitir en mi reflexión de viernes:


Y es que hay cosas que son simplemente cuestión de educación… 

2 comentarios:

  1. Triste pero cierto..también vivo en ese mundo y en ocasiones me parece espeluznante..

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    1. Quizás lo que nos toca es utilizar eso que nos horroriza para darle la vuelta y educar, no crees? Besos y gracias por comentar

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