viernes, 7 de octubre de 2016

Lo esencial eres tú

Esta semana volvían todas nuestras rutinas.
Con la llegada de octubre regresan las clases por las tardes, las extra-escolares, los deberes...

Cada uno tiene un horario, unos hobbies, unas necesidades que se intentan cubrir y casi todo pasa por mis manos, mi tiempo y mi dedicación.

El lunes, al entrar en el gimnasio, nos encontramos con una amiga que iba a llevar a sus hijos a la piscina y me dijo: "Otra vez lo mismo, las rutinas, que rollo hija, esto es un no parar". Yo sonreí y le dije: "Pues acabamos de empezar...".

Fue entonces cuando Juan formuló una pregunta de esas que te dejan K.O. y que mientras contestas te sirven de reflexión.
"Mami si todo el mundo dice lo mismo, lo aburrido y cansado que está de su día a día, porqué no lo cambia".

Hace unos meses leía un artículo de la actriz Eulalia Ramón y la experta en salud natural Pilar Benítez titulado "¿Es culpa nuestra que estemos siempre agotadas?".
Es cierto que tras unas vacaciones que deberían cargarnos las pilas, regresamos al curso escolar y en un mes entras en reserva... el agotamiento crónico y mental se apodera de las mujeres. Explicaban que los hombres tienen una mayor capacidad para perdonarse a sí mismos y a los demás, mientras que nosotras, perdonamos a los demás, pero somos demasiado auto-exigentes y nos responsabilizamos de todo.

Yo relaciono este cansancio, con otro debate que abrió en mi cabeza Elvira Lindo en uno de sus artículos en el país. Hablaba de las madres que detestaban la maternidad pese a amar a sus hijos. Creo que esto, aunque pueda sonar muy fuerte, si lo analizas lo comprendes, incluso si me apuras lo has vivido... Quién no ha sentido a su madre al borde del abismo o ha escuchado una de esas frases que ahora recordamos con humor: "un día me subo a la peña y me tiro...".

Cuando lo leí me sentí identificada, adoro a mis hijos, pero en ocasiones la maternidad me satura... es entones cuando te das cuenta del error.
En mi opinión, se han unido al concepto de maternidad obligaciones que no nos pertenecen sólo a nosotras, y son esas, las que al menos en mi caso, me cansan.

Silvia Federici hablaba de cómo la mujer se incorpora al mundo del trabajo asalariado, sin percatarse de que era un régimen construido para el "tradicional" mundo masculino, en el que no existía conciliación, porque el hombre trabajaba fuera y la mujer dentro, no era necesario por tanto ocuparse de algunos temas. Pero nosotras accedemos a este mundo sin que haya ningún cambio en él y sin darnos cuenta que, producir y reproducir al mismo tiempo, consumiría nuestras vidas.

Así que tras este "batiburrillo" de ideas, que podrán parecer, no tienen una relación lógica, respondo a la pregunta de mi hijo admitiendo que no debo caer en la costumbre del cansancio. Que tiene toda la razón, si algo me agota o me consume tendré que buscar la manera de gestionarlo.

Soy madre, trabajadora y ama de casa, pero si yo no soy capaz de terminar con los estereotipos fijados en estos calificativos, cómo lo van a hacer los demás...

Tenemos que buscar tiempo para nosotras, nuestro bienestar, aficiones y sueños, aunque eso suponga "desatender" otras cosas que calificamos como esenciales, cosas que cuando no estás y no se cumplen, ves que realmente no ocurre nada, que la vida continua. Y si logras romper con eso y cuidarte, empiezas a darte cuenta que estás mejor, que los que te quieren también están mejor,  porque lo que realmente es esencial eres tú.



Buen fin de semana.

2 comentarios:

  1. Creo que has dado en el clavo! No podemos quejarnos de cosas que hemos elegido hacer por lo que sea, porque creemos que es lo mejor para nuestros hijos, porque es algo que nos sienta bien..por lo que sea. Si decidimos en un momento que era lo mejor cuando nos pueda ese cansacio deberíamos acordarnos por qué estamos haciendo lo que hacemos y si no era tan importante como dice tu hijo dejar de hacerlo pero tener la paz mental y la satisfacción yo creo que es imprescindible. EL cansacio es así, es lo que toca, si no haríamos eso haríamos otras cosas y estaríamos también cansadas pero hay que gestionar mejor el tiempo esa es la clave. Difícil pero de vez en cuando llegamos a hacerlo y cuando llegamos a esos cinco o diez minutos de paz para nosotras que bueno es! Lo que está claro es que si estamos nosotras bien todo va bien. Es así!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso es Aroa, y de vez en cuando es necesario parar y decir, ahora me toca a mí. Un beso enorme.

      Eliminar