viernes, 3 de octubre de 2014

Nuevas calles


En estos últimos días algunos de mis compañeros de facultad están comenzando a organizar un encuentro de promoción. Hace casi 22 años que comencé la carrera, cuando fui consciente de la escalofriante cifra, el vértigo del paso del tiempo me paralizó, pero luego me hizo recordar una historia que hoy quiero compartir y dedicar.

En mayo del 93 U2 tocaba en Oviedo, por aquel entonces yo sabía que me quería ir a León a estudiar en el INEF. Estaba centrada en preparar las pruebas físicas de ingreso,  prepararme para que la selectividad no me bajase la media y tener opciones de entrar en lo que yo creía que sería el principio de mi vida. Recuerdo que aquel día de mayo les dije a mis padres que me quedaba en el colegio a comer y a estudiar para luego poder ir al concierto. A media tarde desde la ventana de la clase que daba al patio trasero de los Dominicos alguien me dijo que mi padre estaba esperando, bajé a verle, me había traído un par de pinchos para que cenara antes de irme al concierto y nos acompañó hasta el Carlos Tartiere, fue todo un espectáculo…
Para mí la música siempre ha sido una vía de escape. Desde pequeña me ponía canciones a tope y soltaba mis problemas cantando a grito pelao, jjj, aún me gusta, aunque lo hago menos de lo que necesitaría!!.

Pues bien, recuerdo aquel concierto como un momento en el que volqué todos mis miedos, mis ganas y mis sueños por dar un paso hacia lo que yo esperaba me abriera las puertas al futuro.
Entre luces, buena música, baile… aparecían frases en las pantallas como : "El mundo es tuyo, tú lo puedes cambiar". También recuerdo empaparme en el orbayo que no nos impidió saltar y cantar…

Entonces sonó esta canción y grité:
"Quiero correr,
quiero esconderme,
quiero demoler las paredes que me sostienen esta noche,
quiero llegar y tocar la llama,
donde las calles no tienen nombre…
Quiero sentir la luz del sol en mi cara,
ver la nube de polvo desapareciendo sin dejar rastro,
quiero bailar, bailar, bailar bajo la sucia lluvia,
donde las calles no tienen nombre…"

Hay momentos en la vida en los que la necesidad de buscar nuevos horizontes te emociona y al mismo tiempo los miedos te paralizan, te hacen sentir que quizás el fracaso pueda llegar, pero tus ganas de huir de las rutinas te hacen más fuerte y te lanzas.
Por diferentes motivos, en mi entorno más cercano hay varias personas  que necesitan cambiar y evolucionar, dar un nuevo rumbo a su vida. A ellos y a todos lo que os sintáis identificados os diría que cantarais esta u otra canción a tope, soñando con los ojos bien abiertos y sin dejar de pensar que siempre que se cierra una puerta, se abre una ventana


Suerte con vuestros sueños, buen camino a los que hayáis encontrado nuevas calles por las que caminar…

Nos vemos el lunes, no faltes.

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