viernes, 17 de octubre de 2014

Vivir la vida

Seguro que muchos de vosotros habéis pensado alguna vez la cantidad de tiempo que pasamos en el trabajo. Yo como profesora comparto casi más tiempo con mis alumnos y compañeros,  que con mi marido y mis hijos durante el año escolar. En ocasiones eso me lleva a "mirar" de diferente manera a mis alumnos. Pienso que mi labor como educadora tiene la gran responsabilidad de intentar hacer con ellos lo que haría con mis hijos, y eso pasa por transmitirles mucho más que conocimientos.

Por otro lado tengo la suerte de poder  ver en ellos cosas y reacciones que sus familias se pierden, una sonrisa picantona, un suspiro de enamoramiento, una mano tendida de ayuda… pequeños detalles que se han sembrado y que no siempre se recogen en casa. Con esto no quiero decir que la labor de educar sea fácil, claro que no, y por desgracia cada día menos. Pero si pienso que siempre es gratificante, que si eres capaz de ver algo de lo que esperabas, al menos en uno de tus alumnos, el esfuerzo ha merecido la pena.

Educar a los hijos es igualmente difícil, la mayoría de las veces toca lidiar con el mal del placer de casa ajena. Y si volvemos al punto de inicio en el que os decía la cantidad de tiempo que pasan en el colegio, en actividades extraescolares y haciendo algún que otro deber; en los momentos que te quedan para disfrutarles debes ser cauteloso para no terminar riñendo, exigiendo o soltando el "venga vamos" del que tantas otras veces os he hablado.

Aterrizando.
Hace una semana, creo que fue en viernes, me puse a indagar en las redes sociales que utilizan en el colegio de mis hijos. Desde mi punto de vista una oportunidad que nos ofrecen a los padres de ser partícipes de todo lo que hacen y en mi opinión una ventanita para asomarte a la cantidad de cosas que te pierdes en su vida. 
Pues bien, Juan había estado disfrutando de una actividad de surf con el colegio, no me había contado más que un "me lo he pasado muy bien". Así que busqué a ver si le encontraba en alguna foto. No os engaño si os digo que esperaba verle cogiendo alguna ola, revolcándose en el mar o intentando remar sobre una tabla. Pero me encontré algo que me llegó mucho más


Tras esta preciosidad de foto yo vi a Juan dejándose ayudar, intentando salvar una dificultad y disfrutando de una actividad que le impone respeto… 
Y es que hay cosas que no se pueden transmitir en el aula, que sólo la vida te enseña y que por suerte, cada día más profesores dedican mucho tiempo a intentar que nuestros hijos lo disfruten. 

Me despido con una frase que me encanta:
"pasamos mucho tiempo ganándonos la vida, pero no el suficiente tiempo viviéndola" (Teresa de Calcuta).

Buen fin de semana, desde aquí quiero agradecer a mis compañeros de profesión el tiempo que dedican a intentar formar personas, a enseñar a sus alumnos que la vida es para disfrutarla y vivirla, sin que ello suponga dejar de lado valores tan importantes como el esfuerzo, el respeto y el saber hacer. 

Nos vemos el lunes… disfruta.



2 comentarios:

  1. Cada día me gusta mas tu blog...ya espero con impaciencia que escribiras en cada nueva entrada, porque es tan real, tan bonito y tan buena visión de como poder disfrutar de la vida...besos

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